Singapore

En Singapur, los jugadores son comerciantes adinerados que comercian para convertir ese pequeño puesto de avanzada en una metrópoli. Los jugadores son dueños de un edificio al principio de la partida y, en cada ronda, se hacen con un nuevo terreno (el jugador que tenga menos puntos determina quién se queda con qué terreno) y erigen un nuevo edificio. Cada edificio tiene una o más calles que lo conectan con las ubicaciones adyacentes y, una vez construido, puedes mover de 1 a 2 trabajadores por las calles para que tomen medidas en hasta tres edificios; estos edificios proporcionan una pequeña cantidad de recursos o permiten intercambiar recursos, VPS o dinero por una mejor combinación de recursos, VPS y dinero.

En Singapur, los jugadores son comerciantes adinerados que comercian para convertir ese pequeño puesto de avanzada en una metrópoli. Los jugadores son dueños de un edificio al principio de la partida y, en cada ronda, se hacen con un nuevo terreno (el jugador que tenga menos puntos determina quién se queda con qué terreno) y erigen un nuevo edificio. Cada edificio tiene una o más calles que lo conectan con las ubicaciones adyacentes y, una vez construido, puedes mover de 1 a 2 trabajadores por las calles para que tomen medidas en hasta tres edificios; estos edificios proporcionan una pequeña cantidad de recursos o permiten intercambiar recursos, VPS o dinero por una mejor combinación de recursos, VPS y dinero.

Algunos de los edificios son lugares del mercado negro que tienden a ser más poderosos que los negocios legítimos, pero que al final tienen la posibilidad de molestar. Cada vez que construyes o utilizas un edificio del mercado negro, sacas una ficha de una bolsa. Si la ficha es negra, quédatela; si es blanca, el jugador que tenga más fichas negras y opio será multado y perderá la mitad de su reserva de opio. El opio puede ser muy rentable, pero ¿te atrapará la policía con las manos sucias antes de que descargues la mercancía?

Al final, el jugador con más puntos de victoria gana, así que encuentra el equilibrio adecuado entre negocios honestos y actos delictivos.