Cataclysm: A Second World War

Cataclysm no es el típico juego sobre la Segunda Guerra Mundial. El juego comienza en 1933, no en 1939, y tiene un alcance global. Alemania está lejos de dominar Europa. Japón avanza en Asia. Cada crisis es una oportunidad inesperada. No hay retrospectiva y puede pasar cualquier cosa.

Cataclysm, con un alcance verdaderamente estratégico, requiere que los jugadores dirijan naciones, no solo ejércitos o flotas. Debes elaborar una estrategia diplomática, desarrollar el apoyo político para tus políticas nacionales, llevar tu economía a una situación de guerra y reunir las fuerzas que necesitas para disuadir o derrotar a tus enemigos.

En Cataclysm no existe una estructura tradicional de turnos tipo «yo-go-you-go». Las fichas que representan acciones políticas, militares, unidades y posibles eventos se extraen al azar de una copa de acción. A medida que sale cada contador, el jugador propietario lo resuelve y el juego pasa rápidamente al siguiente sorteo. Tienes que hacer planes para ejecutarlos cuando se te presente la oportunidad, pero no tienes ni idea de cuándo ni en qué orden ocurrirán los acontecimientos.

Un juego sobre la guerra global ofrece a cada nación ejércitos, fuerzas aéreas y flotas. Pero en Cataclysm, las piezas militares no tienen valores numéricos. Sabes qué fuerzas tienes y dónde están desplegadas. Para resolver el combate, cada bando lanza hasta tres dados y compara su dado más alto. Puedes dedicar más recursos a una campaña (generando más dados o bonificaciones), pero eso no garantiza un resultado favorable. Tus esfuerzos pueden llevarte al triunfo... o al desastre.